Optimización de las inyecciones de toxina botulínica en el músculo platisma: Un nuevo paradigma basado en la distribución nerviosa
- Osamedic

- Aug 4
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Las bandas platismales constituyen uno de los signos más reconocibles del envejecimiento cervical y la caída del tercio inferior facial, planteando desafíos tanto funcionales como estéticos. Tradicionalmente, la toxina botulínica tipo A (BoNT-A) se administra en múltiples puntos superficiales a lo largo de toda la extensión del platisma, con buenos resultados, pero también con riesgos asociados a un mayor número de inyecciones, dosis elevadas y complicaciones como dolor, hematomas y debilidad no deseada en músculos adyacentes.
Este artículo propone una refinación revolucionaria en la técnica de inyección, fundamentada en el mapeo anatómico de la inervación motora del platisma. Usando disecciones teñidas con Sihler y guía por ultrasonido en la práctica clínica, los autores demuestran que la mayor parte de las placas motoras —los verdaderos motores de la contracción muscular— se concentran en los dos tercios superiores del músculo y a lo largo del borde mandibular, mientras que el tercio inferior es principalmente sensitivo y tiene escasa relevancia funcional en la formación de bandas.
Entre los principales hallazgos destacan:
• La administración dirigida a zonas motoras densas, empleando hasta 35% menos toxina (30–60U vs 60–100U por lado), logra un resultado estético clínicamente equivalente o superior, manteniéndose al menos por 12 semanas.
• El procedimiento se realiza con menos puntos de inyección (15 por lado), lo cual reduce notablemente la incidencia de hematomas (5%) y elimina complicaciones graves como disfagia o debilidad facial inferior.
• Los registros clínicos revelaron una reducción proporcional en costos y una menor probabilidad de formación de anticuerpos neutralizantes, gracias a inyecciones más profundas y precisas —evitando planos superficiales ricos en células inmunes— y menos exposiciones antigénicas totales.
Técnicamente, la estrategia consiste en depositar pequeñas dosis (2–4U por punto) con separación aproximada de 2–3cm, concentrando la distribución en la porción superior y región marginal mandibular, dejando intacta la porción inferior salvo indicación anatómica clara. La guía por ultrasonido potencia la precisión y la seguridad, promoviendo una localización óptima del plano muscular.
Las conclusiones son claras: la optimización anatómica de las inyecciones de BoNT-A en el platisma, basada en la distribución motora real, ofrece un enfoque más seguro, eficiente y económico para el rejuvenecimiento cervical y el perfilado mandibular. Aunque la evidencia inicial es prometedora, los autores enfatizan que se requieren más estudios controlados a mayor escala para validar globalmente la superioridad de este algoritmo de inyección neural-guiada.
Conclusiones
• Las bandas platismales se tratan mejor concentrando la toxina botulínica en las zonas motoras del músculo, especialmente en los dos tercios superiores y el borde mandibular.
• El tercio inferior del platisma es principalmente sensitivo y no contribuye significativamente a las bandas dinámicas.
• Menos puntos de inyección y menor dosis reducen el riesgo de hematomas, efectos secundarios y costos.
• La administración bajo guía ecográfica aumenta la precisión y la seguridad del procedimiento.
• Minimizar inyecciones superficiales podría bajar el riesgo de generación de anticuerpos anti-toxina.
• Evitar inyecciones innecesarias en la porción inferior reduce complicaciones funcionales como la inestabilidad cervical.
• El enfoque neural-guiado es prometedor y requiere validación en estudios clínicos más amplios.
Fuente: “Concentrating BoNT‑A in the motor‑rich upper platysma under ultrasound guidance maximizes aesthetic improvements while minimizing dose…” (Yi, Wong, & Wan, 2025, p. e70301)



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