Beneficios terapéuticos de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 tópicos en enfermedades de la piel y cosméticos
- Osamedic

- Sep 1
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Recientes estudios exploran el impacto del uso tópico de ω-3 PUFA —principalmente DHA, EPA y ALA— en modelos in vitro, animales y ensayos preliminares en humanos, confirmando perfiles de eficacia y seguridad prometedores, especialmente en enfermedades inflamatorias, procesos de cicatrización, manejo de la irritación, hidratación cutánea y prevención del daño oxidativo y carcinogénesis[1].
Mecanismos de acción diferenciales
Los ω-3 PUFA moduladores tópicos actúan en distintos niveles celulares y moleculares, regulando la proliferación y diferenciación keratinocitaria, favoreciendo la homeostasis lipídica epidérmica, modulando receptores clave como PPAR y reduciendo la producción de citocinas proinflamatorias. Además, potencian la migración y proliferación de fibroblastos y keratinocitos durante la reparación tisular, optimizan la polarización de macrófagos hacia un fenotipo pro-resolutivo en contextos inflamatorios, y disminuyen el estrés oxidativo al activar vías antioxidantes mediadas por Nrf2[1].
Aplicaciones clínicas y cosméticas
Psoriasis y dermatosis inflamatorias: La suplementación tópica con DHA y EPA demuestra reducción directa de marcadores inflamatorios (TNFα, IL-6, IL-17A), mejoría en la diferenciación epidérmica y disminución del índice PASI en modelos animales, sin reportes de irritación o eventos adversos locales[1].
Cicatrización y reparación de heridas: Aceites enriquecidos en ω-3 favorecen la reepitelización, angiogénesis, y migración celular en modelos crónicos y diabéticos, aunque en entornos simulado de heridas crónicas el beneficio puede ser modesto en términos de proliferación celular, sugiriendo dependencia del microambiente local[1].
Antiinflamatorio y antiirritante: Formulaciones con nanoencapsulación de DHA y derivados como 17-oxo-DHA inhiben potentemente la producción de citocinas inflamatorias, ROS, y la activación de NLRP3 inflammasoma, además de reducir infiltrado neutrofílico, sin comprometer la viabilidad celular[1].
Prevención del daño UVB y de carcinogénesis: Metabolitos específicos de DHA aplicados tópicamente disminuyen los daños oxidativos, inhiben la proliferación tumoral y reducen la expresión de oncogenes relevantes (STAT3, c-Myc), postulándose como adyuvantes en fotoprotección y prevención oncológica cutánea[1].
Hidratación y restauración de la barrera epidérmica: Aceites ricos en omega-3 (sacha inchi, chia, formulaciones con triglicéridos de DHA) mejoran significativamente los índices de hidratación, reducen la pérdida de agua transepidérmica y optimizan la expresión de proteínas clave (AQP3, HAS2), mostrando seguridad y tolerabilidad en ensayos controlados en humanos[1].
Consideraciones para la práctica estética
Si bien los beneficios tópicos de los ω-3 PUFA son consistentes en cuanto a modulación de la inflamación, hidratación y reparación tisular, la evidencia clínica directa aún es limitada. La formulación ideal y la estructura molecular de los ω-3 para uso tópico (TG, PL, rTG) podría influir en su bioabsorción y eficacia, recomendándose enfoques personalizados y la elección de fuentes más sostenibles y libres de contaminantes como microalgas[1].
Ideas clave para profesionales de la estética facial
Los ω-3 PUFA tópicos ofrecen perfil de seguridad y tolerancia superior en piel sana y lesionada, sin reportes de irritación ni efectos citotóxicos[1].
DHA y EPA modulados tópicamente contribuyen a la resolución inflamatoria, mejoran la diferenciación epidérmica y regulan la expresión de PPARs, fundamentales para la homeostasis lipídica y barrera cutánea[1].
En cicatrización y remodelado de heridas, los ω-3 potencian la migración y proliferación de fibroblastos y keratinocitos; favorecen la angiogénesis y aceleran el cierre de heridas, especialmente en ambientes no crónicos[1].
Derivados especializados como 17-oxo-DHA protegen frente al estrés oxidativo, inhiben daños UVB y promueven rutas antioxidantes en la epidermis, representando herramientas avanzadas en prevención y estética oncológica cutánea[1].
Las formulaciones ricas en ω-3 mejoran la hidratación, minimizan la pérdida transepidérmica de agua y optimizan la expresión de proteínas hidratantes (AQP3, HAS2); ideal tanto en prevención de sequedad y envejecimiento como en protocolos reparadores post-procedimiento[1].
Se recomienda preferir fuentes de omega-3 como microalgas por su mejor perfil de contaminantes y sostenibilidad, especialmente para piel sensible y tratamientos prolongados[1].
La estructura química del omega-3 (triglicérido, fosfolípido, re-esterificado) podría ser determinante en la eficacia tópica y la bioabsorción; los triglicéridos parecen ser las formas más prometedoras para absorbancia y actividad sobre la piel[1].
Fuentes
[1]Mateu-Arrom, L., Mora, I., & Garrote, L. (2025). Therapeutic benefits of topical omega-3 polyunsaturated fatty acids in skin diseases and cosmetics: An updated systematic review. Journal of Cosmetic Dermatology, 24(7), e70341. https://doi.org/10.1111/jocd.70341



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