EYE-CODE : Protocolo 2025 para no oftalmólogos en casos de oclusión retiniana por rellenos faciales
- Osamedic

- Jul 24
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La oclusión de arteria retiniana (RAO, por sus siglas en inglés) consecutiva a la inyección de fillers estéticos se ha tornado una complicación de creciente relevancia, en parte debido al auge de estos procedimientos y la diversidad en la experiencia de los aplicadores. El artículo “EYE-CODE Protocol for the Nonophthalmologist for Treatment of Retinal Artery Occlusion After Intra-Arterial Injection of Soft-Tissue Fillers: 2025 Update” establece un enfoque estructurado y actualizado, basado en evidencia, para la identificación y el manejo inicial de estos eventos donde el tiempo de respuesta es crítico.
Contexto y relevancia clínica
La RAO inducida por fillers es rara, pero reportes mundiales han detectado un incremento sustancial en los casos en los últimos 5 años.
El infarto retiniano ocurre por embolización directa del filler en ramas distales de la arteria oftálmica, cuyo flujo sanguíneo irriga la retina. La isquemia retiniana irreversible puede ocurrir en tan solo 15 minutos, pero intervenciones rápidas pueden preservar la visión.
La mayor parte de estos eventos suceden fuera del ámbito oftalmológico, siendo dermatólogos, cirujanos plásticos y otros médicos quienes realizan la mayoría de los procedimientos.
Protocolo EYE-CODE: Respuesta sistemática
Contactar centro retinal El primer paso es coordinar la derivación inmediata al centro especializado más cercano.
Chequear visión y función del nervio óptico
Evaluar agudeza visual monocular, campo visual, y realizar el test de defecto pupilar aferente relativo (RAPD).
La agudeza visual inicial predice el pronóstico.
Masaje ocular
El masaje ocular intermitente puede movilizar o fragmentar el émbolo y favorecer la perfusión retiniana.
Aplicar presión sobre el ojo cerrado, alternando 5 segundos de presión con 10 segundos de liberación durante 5 minutos.
Disminuir la presión intraocular (PIO) y dilatar arteria retiniana
Utilizar colirios hipotensores (timolol, apraclonidina, bimatoprost), acetazolamida oral, y vasodilatadores (sildenafil, nitratos, CO2 rebreathing).
Aspirina y heparina en dosis bajas ayudan a prevenir agregación plaquetaria “upstream”.
Erradicar filler (erase filler)
La hialuronidasa es el agente clave frente a fillers de ácido hialurónico, aplicándose en dosis elevadas alrededor del área afectada y puntos de entrada arterial.
En casos refractarios, puede considerarse la administración retrobulbar o mediante canulación percutánea de arterias supraorbitarias o supratrocleares.
La oxigenoterapia hiperbárica (HBOT) es útil como terapia adyuvante, incluso iniciándola hasta 12-24 horas posteriores al evento, favoreciendo la oxigenación hasta que se logre la reperfusión.
Opciones avanzadas en centros especializados
Fibrinólisis local con tPA (trombolíticos) intraarteriales o intravenosos es una estrategia emergente, especialmente efectiva si se implementa antes de 4,5 horas del evento.
Otras terapias coadyuvantes incluyen agentes hiperósmoticos, prostaglandina E1 intravenosa y bolos de esteroides para modular la inflamación y prevenir la lesión por reperfusión.
Implicancias legales y recomendaciones administrativas
Todos los pacientes deben firmar un consentimiento informado.
Los eventos adversos deben notificarse tanto al fabricante como a la autoridad sanitaria local.
La documentación precisa y la comunicación inmediata con el centro de referencia son esenciales para minimizar riesgos legales y optimizar el pronóstico visual.
Reflexiones finales
El artículo refuerza la importancia de que todos los médicos que realicen inyecciones de fillers cuenten con un plan de acción, un kit de emergencia y acceso rápido a un retinólogo o centro de referencia. Los protocolos hospitalarios deben evolucionar para asemejarse a los de stroke cerebral, abarcando equipos multidisciplinarios y tratamientos avanzados (tPA, hialuronidasa guiada, HBOT). Las acciones tempranas, coordinadas y sistemáticas incrementan significativamente la probabilidad de recuperación visual.
Frases clave recordatorio del artículo
La ceguera por fillers es rara pero está en aumento y es una urgencia extrema.
El daño isquémico irreversible en retina ocurre en cuestión de minutos.
El protocolo EYE-CODE proporciona pasos claros: llamar al especialista, chequear visión, masaje ocular, bajar la PIO y usar hialuronidasa.
Es fundamental que cada clínica tenga preparado un kit de emergencia y protocolos claros.
La hialuronidasa es crucial en oclusión por fillers de ácido hialurónico; la oxigenoterapia hiperbárica gana relevancia como adyuvante.
La coordinación previa con centros oftalmológicos y la notificación rápida son imprescindibles para el éxito terapéutico y legal.
Equipos interdisciplinarios y opciones avanzadas (tPA, HBOT, canulación arterial) representan el futuro del manejo.
La información y la anticipación salvan visión y protegen a los profesionales.
Fuentes[1] J-of-Cosmetic-Dermatology-EYE-CODE-Protocol-for-the-Nonophthalmologist-for-Treatment-of-Retinal-.pdfhttps://ppl-ai-file-upload.s3.amazonaws.com/web/direct-files/attachments/2107381/c233043c-a6ac-44ca-b3ba-e155b2d0ddfb/J-of-Cosmetic-Dermatology-EYE-CODE-Protocol-for-the-Nonophthalmologist-for-Treatment-of-Retinal-Artery.pdf



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